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Año XIV - Edición 245 09 de abril de 2015

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La fraternidad y el hedor de América. Reflexiones en torno a Rodolfo Kusch

  • Notas

Conjuntamente organizada por el Departamento de Ciencias Sociales y el Programa Internacional de Estudios sobre Democracia, Sociedad y Nuevas Economías de la UBA, el pasado 16 de marzo tuvo lugar en la Sala Vélez Sarsfield la conferencia “La fraternidad y el hedor de América. Reflexiones en torno a Rodolfo Kusch”. El disertante fue el Lic. José Tasat, coordinador de las jornadas internacionales “Rodolfo Kusch” y coautor de “El hedor de América”.

Luego de unas breves palabras de bienvenida evocadas por el Dr. Enrique Del Percio, secretario del Departamento de Ciencias Sociales y codirector del Programa Internacional de Estudios sobre Democracia, Sociedad y Nuevas Economías de la UBA, el director del Departamento de Ciencias Sociales, Dr. Ricardo Rabinovich-Berkman, destacó la importancia del desarrollo de este tipo de proyectos que tienen como objeto generar un cambio social y la relevancia de que la Universidad de Buenos Aires, en particular la Facultad de Derecho, brinde un espacio para que estos proyectos puedan ser llevados a cabo.

A continuación, José Tasat comenzó por explicar el modo de desarrollo de la conferencia y la razón por la que decidió estudiar el trabajo de Kusch. “Lo que trae Kusch es muy interesante porque él lo que dice es ‘las cosas conviven’; no es la confrontación de las cosas lo que nos dio esta certeza, no es la contradicción de ideas la que brinda ese sustento, es la convivencia, y la convivencia siempre se da. Tenemos siempre una sola forma de pensar y esa forma de pensar se constituyó en  la dicotomía entre esto es o no es, cuando, en realidad, muchas veces, es y no es al mismo tiempo”, subrayó. El expositor agregó que Kusch descubrió que siempre hay un saber para convivir, es decir, hay esa posibilidad de encontrar el método en la palabra del otro.

Seguidamente, el expositor hizo referencia a la vida y los trabajos desarrollados por Rodolfo Kusch, así como también a su modo de pensar. “Nos enseñan las cosas como después de la lucha. Cristalizadas, sin movimiento. Nos hacen perder la dimensión del movimiento, el devenir. Apelan a la etimología de las certezas, sin dudas, no cambiante, configurando una estabilidad de un sistema hegemónico donde el antagonismo no se tiene en cuenta, donde parece que todos somos iguales y todos podemos progresar, cuando en realidad somos todos desiguales y el que mueve la historia es el conflicto”, enfatizó.

Posteriormente, Tasat evocó que lo que trajo Rodolfo Kusch es la búsqueda de los supuestos axiológicos en el fondo del pensamiento hegemónico occidental para ser alguien. Es por esto que resulta importante conmemorarlo, por lo que puede generar desde su umbral aportado al pensamiento americano. “Propuso una metodología que cambió la contemplación por la escucha, donde la palabra del otro recobra sentido en lo colectivo, cuestionando, interpelando el mundo y vislumbrando el sentido en la sabiduría”, aseveró. De este modo, el expositor definió a la cultura como “una decisión con el otro” y agregó que no hay mejor decisión que aquella que puede modificarse. No obstante, el expositor reconoció que para que esa modificación pueda llevarse adelante, es necesario darse cuenta de la convivencia con el otro. “No nos une la igualdad, nos une la diferencia y, en esa diferencia, lo distinto”, aclaró.

Hacia el final de su exposición, Tasat sostuvo: “Hay una forma enajenada de vivir que nos fagocita. Es fagocitar aquello que, evidentemente, tramitamos de otra manera. Tantas certezas tan ciertas de mercantilización de la vida que nos lleva a una única manera de ser. Por eso Kusch antepone el estar, por el convencimiento de esa revelación de acierto fundante que si nos dejamos estar, provocamos diferencia. Vivimos en tránsito permanente, si nos animamos a dejarnos estar en un lugar, ese es el mejor lugar donde podemos producir una diferencia”.